Laura Cansessa: correntina casada con un inglés

(corrientesya.info) Laura Cansessa es una correntina nacida en Esquina, casada con James Richards, soldado veterano combatiente de la Royal Marine en las Malvinas. En el Día de la Patria, dialogó con Radio Continental desde Los Antiguos (Santa Cruz), saludó en el Día de la Independencia e invitó a “reflexionar sobre nuestra soberanía”. Sobre ella coincidió con su esposo británico sobre nuestros derechos inalienables sobre las islas y archipiélagos del sur.

El conflicto de Malvinas dejó muchas anécdotas, de las malas y buenas, junto a extrañas historias de vida. Es el caso de esta correntina, nacida en Esquina pariente de la familia Schweizer, con dos primos, Bernando y Carlos, que estuvieron en el conflicto de 1982. Está casada con el único veterano de guerra británico que vive en la Argentina.

James se negó a recibir la medalla del Atlántico Sur y dejó la Marina Real tras el conflicto. En 2012 se casó con esta correntina esquinense. Defiende la soberanía argentina, pero no consigue el DNI que acredite su opcionalidad por nuestro territorio nacional. James Richards y la correntina Laura Canessa (técnica en turismo, profesora de inglés y fanática de la Fórmula 1), se casaron el 2 de abril de 2012 a las 8,30. “Elegimos esa hora -recuerda esta mujer nacida en Esquina- porque coincide con el principio y el final de la guerra”, recuerda Laura. Por eso “ese día decidimos trabajar por la paz”.


James Richards asegura tras su baja de la Royal Navy, los servicios de inteligencia británico lo fantasmearon. Intentaron borrar su pasado. Fueron veteranos argentinos los que encontraron sus fotos durante la guerra. Ahora vive en Los Antiguos (Santa Cruz), junto a su esposa, la esquinense Laura Canessa, quien en contacto con Radio Continental destacó que “vine aquí por amor, vine por una vida tranquila en un pequeño pueblo en la Patagonia". Laura es esposa de James Richards, tiene dos primos que combatieron en la Guerra de Malvinas y es miembro de la organización internacional Mujeres de Paz en el Mundo.

Una historia de amor los llevó a la Patagonia y sin quererlo terminó siendo el único veterano británico de la Guerra de Malvinas que vive en el país. A pesar que Richards piensa que "las islas son argentinas", hace tres años pelea para conseguir la ciudadanía. "Mi pasaporte venció y estoy en el limbo", comentó en algunas pocas entrevistas que brindó desde su arribo a las tierras frías del sur. En abril del año pasado le escribió una carta a la Presidente, pero no obtuvo una respuesta.

No sabía que iba a ir a una guerra. Cuando en abril de 1982 Argentina recuperó las Islas Malvinas, James Garry Richards era un suboficial que servía en la Marina Real Británica, una fuerza a la que amaba y en la que se auguraba a sí mismo una larga carrera. El barco en el que prestaba servicio como ingeniero en armas estaba regresando a Inglaterra después de una ardua misión en el norte de África, pero repentinamente viró hacia Gibraltar, donde Richards tuvo que abordar el portaaviones Antelope, que partió hacia Malvinas. "Fui un virtual prisionero. No tuve derecho a elegir", evaluó. A la tripulación le dijeron que sería algo sencillo, que las Fuerzas Armadas Argentinas se rendirían en menos de una semana frente a una poderosa tropa con 900 años de experiencia. Sin embargo, el conflicto se extendió más de lo pensado. Richards estuvo a cargo del entrenamiento de los más jóvenes, así como del equipamiento de los buques y el mantenimiento del armamento. "Hice mi trabajo mientras estuve allí, por supuesto; pero decidí que había sido suficiente para mí", comentó.

Fue su esposa, la correntina Laura Canessa, lo animó a contar su experiencia en Malvinas. Ella es miembro de la organización internacional Mujeres de Paz en el Mundo y tiene un vínculo directo con la guerra, a través de sus primos: el teniente Bernardo Schweizer, quien fue el primer argentino en pisar las islas en la noche del 1 de abril de 1982 junto a un cabo, y su hermano Carlos, quien llegó en la segunda nave que desembarcó y también participó de la avanzada.

La pareja se conoció vía Facebook, en un grupo sobre Fórmula 1, de la que ambos son fanáticos. Eran los últimos días de 2010 y el flechazo, al parecer, fue casi instantáneo: apenas 36 días después Richards voló a la Argentina y 14 meses más tarde, un 2 de abril, contrajeron matrimonio, gracias a un permiso especial del registro civil. Se radicaron en la ciudad santacruceña de Los Antiguos, a más de mil kilómetros de Río Gallegos y cerca de la frontera con Chile. El veterano Carlos Schweizer fue uno de los padrinos de boda.

James y Laura se casaron el 2 de abril de 2012 a las 8.30. "Elegimos esa hora porque fue la hora oficial del comienzo y el fin de las hostilidades", cuenta la correntina. "Ese día decidimos trabajar por la paz", agrega.

LAS MALVINAS, ARGENTINAS

El 3 de junio de 2012, Richards fue invitado por dos centros de veteranos de Santa Cruz para charlar sobre la guerra. Fue la única vez que habló en público del tema. Entre otras cosas, le preguntaron qué pensaba sobre la soberanía de las islas. Y si bien no respondió con palabras, hizo un gesto que despertó aplausos: mostró un gorro que tiene con un prendedor de las islas con los colores argentinos. "La forma en que logro que las cosas salgan bien es trabajarlas yo mismo. Hice esto con Malvinas. Cuando llegué aquí no me di cuenta qué importante era el tema. En Gran Bretaña, después del conflicto, nadie hablaba de eso. Fue olvidado hasta hoy. Pero acá es un tema importante. Entonces, hice mis investigaciones. Busqué el punto de vista argentino, el punto de vista británico, el de los Estados Unidos, Rusia, China y de todos lados, y saqué mi propia conclusión", explicó.