Milani se opone al desfile de veteranos de Malvinas


Enfrentados. Trasladarán el arma usada por el Libertador de América. Parrilli apoya a quienes querían ver desfilar a los ex combatientes. Milani, en contra.

(perfil.com) Por Emilia Delfino  Lo impulsaban Parrilli y Javier Grosman, a cargo de los actos kirchneristas. Pero chocaron con la negativa del jefe del Ejército.
Por Emilia Delfino

El jefe del Ejército, César Milani, se metió de lleno en la organización de los festejos por el 25 de Mayo. El denunciado teniente general, que afronta dos investigaciones por supuestos delitos de lesa humanidad, quiere dejar su impronta y le bajó el pulgar a un desfile de veteranos de Malvinas.

La procesión de ex combatientes estaba prevista para la Semana de Mayo, previo al acto central del lunes 25, pero ahora está en duda por decisión del jefe del Ejército, aseguraron a PERFIL fuentes gubernamentales. El organizador de los actos oficiales es Javier Grosman, un funcionario que responde a Oscar Parrilli, ex secretario general de la Presidencia y actual secretario de Inteligencia. Grosman había comenzado a organizar el desfile de veteranos, pero Milani se impuso con el apoyo del ministro de Defensa, Agustín Rossi.

La presión llegó a tal punto que el desfile de veteranos quedó prácticamente descartado, según confió una fuente al tanto de los preparativos. El cruce demostró quién manda. Nadie sabe las razones de Milani para rechazar un desfile de los ex combatientes.

El acto del 25 de Mayo, en el que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner dará un discurso, incluirá un importante despliegue cívico-militar.


Además de los desfiles, se trasladará el sable del General San Martín desde el Regimiento de Granaderos a Caballo, en Palermo, hasta el Museo Histórico Nacional, en Defensa al 1600, en el Parque Lezama. Se lo anunciará como la “restitución del sable”. De esa institución, el sable fue robado en 1963. Luego de ser recuperado, en 1967, se ordenó guardarlo y custodiarlo dentro de un templete blindado en el Regimiento. Desde entonces allí se exhibe. El acto tiene un alto contenido simbólico para la Presidenta. El 12 de agosto de 1963, un grupo de jóvenes peronistas ingresó a punta de pistola al museo y secuestró el sable para entregárselo a Juan Domingo Perón, quien se encontraba en el exilio. El peronismo estaba proscripto y los jóvenes dejaron un mensaje en nombre de la JP.

Además, durante la semana de festejos la Presidenta inaugurará el Sitio de Memoria en la ex ESMA y promulgará la ley de estatización de los ferrocarriles en un acto en la estación Retiro, donde el ministro Florencio Randazzo recibirá una pública bendición a su precandidatura presidencial.

También se pondrá en marcha el Centro Cultural Néstor Kirchner, se realizará el tedéum en Luján y se cerrará el 25 de Mayo con un gran evento con artistas en Plaza de Mayo, como acostumbra organizar Grosman.

El sable de San Martín será uno de los protagonistas centrales de los festejos oficiales. El objeto histórico fue traído por el prócer desde Londres y acarrea una historia de aventuras políticas. Lo acompañó durante las batallas de liberación de América del Sur y se impuso como la principal arma de guerra de sus granaderos.