Las 226 joyas en Defensa Civil, dos días después de la rendición


Ocho matrimonios que se desprendieron de sus alianzas, estufas, casi mil kilos de monedas para convertirlas en balas, parte de la entrega millonaria para los desamparados soldados.


POSADAS.  

Una cadenita de oro, un juego de aros de oro, un juego de tenedor y cuchillo de plata y oro, dos anillos de oro, pendientes de oro y ocho alianzas de oro son apenas algunas de las 226 piezas -de esos materiales de valor- que fueron donadas por los misioneros para ayudar a quienes estaban enfrentándose a la muerte en las Islas Malvinas. Pero seguían guardadas en una dependencia del gobierno militar, a pesar de haber terminado la guerra con los ingleses dos días antes.
El número exacto y los remitentes de quiénes o qué organismos fueron los generosos misioneros y hasta extranjeros que no dudaron en ceder parte de sus patrimonios para la causa Malvinas están detallados en el documento oficial de 82 carillas redactado por la Dirección de Defensa Civil y ordenado por el Ministerio de Gobierno, al que finalmente pudo acceder El Territorio.
Todas las actas llevan el sello y firma de quien por entonces era el director de Defensa Civil, el mayor retirado Alberto Rubén Pérez, el 16 de junio de 1982, justo dos días después de que se acordara el final de la disputa bélica por la rendición del Gobierno argentino.

El engaño en detalle
En el índice del documento oficial de Defensa Civil se detallan en 82 fojas las donaciones especiales recibidas; y en las páginas se describen elementos para la venta y existencia del saldo en depósito, de los metales, de los elementos que pueden ser destinados a subasta, de los existentes en el depósito, de toda la ropa y mercaderías, de las joyas recibidas, de las entregas de dinero en efectivo depositadas en el Banco Provincia de Misiones, del envío de los metales (todos menos el oro) a fabricaciones militares, de los envíos de mercaderías y del total de las donaciones recibidas.

En el recibo número 432 del documento consta que se donaron cuatro aros de oro, un bolígrafo de oro, otro de plata, un cofre con monedas antiguas, una placa y un cencerro y más monedas de plata. La entrega de estos bienes, de creer que esto podría servir para convertirlos en balas o en ayuda directa a los soldados, fue obra de Ana Bedoya de Listar y Dora Bedoya, del barrio Bernardo de Irigoyen, de Posadas.
Se explica ademas que también entregaron mercaderías.
Tal como se había publicado en el primer informe de El Territorio, para las donaciones en efectivo se habilitó por entonces una cuenta en el Banco Provincia de Misiones (número 8.000/8, a nombre del Fondo Patriótico Malvinas Argentinas) y sólo en Defensa Civil se sumaron, en más de 100 donaciones depositadas, 452 millones de pesos del momento.
En total se detallan 29 recibos de entregas de elementos de oro y en muchos casos los remitentes figuran ser las Municipalidades de distintas localidades de la provincia de Misiones.
Uno de los casos que ejemplifica el escenario de conmoción y total entrega de los misioneros para con la causa más importante desde la independencia nacional podría ser lo asentado en el recibo 543, en el que el equipo deportivo de LT 46 (Radio Nacional de Bernardo de Irigoyen), la Casa Leo, la Escuela Fragata Argentina, un anónimo, Silvia Cabral viuda de Wrubel, la Municipalidad de Bernardo de Irigoyen con donantes varios, Jorge Rodríguez, señora de Cremonini, Lucía Nielsen de Mereles y la Escuela de Comercio 9 se desprendieron de un trofeo, una frazada, un juego de té de loza de diez piezas, un poncho de lana artificial, una estufa a gasoil y un reloj Orient de acero inoxidable.
La lista sigue con dos aritos de oro, un anillo de oro con iniciales, una cadena portarreloj de bolsillo de plata, anillo de oro, de plata, cadenas de plata, aros colgantes de oro, cuatro aros de oro, siete anillos de oro más y una pulsera de oro.
Pero además de las joyas, que hay un poco más, entre las donaciones provenientes de Irigoyen también figuran 75 kilos de azúcar, 40 kilos de porotos y hasta dos frascos de café.
El amor en tiempos de guerra se profundiza. Se ensancha y no importa más nada que ayudar a quienes están en el frente de las batallas. Por eso es que el matrimonio de Jorge Bouix y María Delia Barriga simplemente se sacó de sus dedos, dejó de lado la promesa ante Dios el día que se casaron y entregó sus alianzas, sus anillos de oro. Creyeron los misioneros, como ese día ante el altar, que esa decisión podía cambiar al menos algo el rumbo del mundo, del país.

Las joyas de la abuela
En el apartado 482 de las donaciones se detalla que se donaron 8.004.000 (ocho millones cuatro mil pesos) en boleta de depósito del desaparecido Banco Provincia de Misiones, dos relojes, 21 piezas de plata, siete anillos de oro, 16 aritos de oro, cuatro medallas de oro y tres cadenitas de oro, todas entregadas por Encotel de la localidad de Leandro N. Alem, la entidad estatal por entonces encargada de dirigir los Ministerios que conducían los destinos de las cartas, encomiendas y las llamadas por teléfono de todo el país.
Lo que parece ser parte de un legado familiar, por la cantidad y la forma de ser destinado a donación, también se repite en el caso de los recibos números 646 y 647, en los que se describe que tanto Encotel como la Municipalidad de Candelaria entregan 9.800 kilogramos de monedas para fundición, cinco aros de oro y un broche de oro para corbata.
Lo que parece ser el cofre de las joyas de la abuela también se destapó y se destinó para ayudar con el enfrentamiento bélico de 1982, y desde la junta municipal de Defensa Civil de Concepción de la Sierra, siete anillos de oro, tres medallitas de oro, cuatro aros de oro, una pulsera de oro y dos cadenitas más de oro.

El Soberbio y Puerto Rico
Tiempos distintos. El agujero negro en el cual parece estar El Soberbio ahora antes estaba cerrado y el purgatorio de autoridades estaba lejos de sospecharse. Al menos eso queda claro en los recibos 548 y 549 del documento oficial de Defensa Civil. En esos apartados se detalla que estaban en el depósito 5.643.500 pesos, 3.850.000 en efectivo y 1.000.000 en cheques Banco Provincia de Misiones, con números 384055 y 0137488.
Pero los vecinos de El Soberbio también aportaron una gargantilla de plata, una gargantilla de cristal de roca, una pulsera de identificación de oro y plata, un anillo de oro con piedra negra, tres alianzas de oro, cuatro medallas de oro y un crucifijo de oro.
Desde la Municipalidad de Puerto Rico, el listado describe que la gente donó dos pares de aros, 22 anillos de oro (incluido un cintillo), tres medallas de oro, una de la cual se detalla sin razón alguna que pertenece a un diputado de la nación.
La lista continúa con dos pares de gemelos, un prendedor, dos cadenas, una con medalla, una pulsera, un sujetador de corbata y una libra esterlina, todo de oro. Y la generosidad sigue con 13 piezas de plata.

Otras Municipalidades
Las donaciones con remitente de distintas Municipalidades deja en claro la situación de la época. Desde la alcaldía de Montecarlo se recibieron cuatro cajas de chipa amasada y cajas con mercaderías varias sin detallar. En cambio desde la Municipalidad de 25 de Mayo se destinaron para la causa nacional 328 kilos de té.
La pequeña comuna de Gobernador Roca aportó a esta gran caja común 500 gramos de lana verde oliva semigorda, 67 latas de picadillo, siete latas de sardinas, tres de tomate al natural, tres latas de extracto de tomate y hasta 70 paquetes de masitas saladas y 546 kilos de leche en polvo, dispuestas en 46 cajas. La lista de Roca sigue con más de diez entregas con distintas mercaderías.
Desde el municipio o departamento de Guaraní se aportó a la causa, además de cientos de kilos de comida en paquetes como poroto, arroz, fideo y arvejas en lata, 149 paquetes de galletitas saladas, 27 latas de picadillo y 12 calzoncillos.
En el recibo 209 del documento de Defensa Civil se detalla lo recibido y guardado en el depósito dos días después de terminada la guerra, desde el municipio de Oberá, que había 5 kilos de té, 115 de yerba mate, 260 de arroz y además de una caja con 24 latas de merluza, 300 kilogramos de elementos quirúrgicos como sueros y equipos de transfusión.
En el documento de 82 carillas se describe que también aportaron con donaciones las Municipalidades o juntas municipales de Concepción de la Sierra, Garupá, Colonia Alberdi, Alba Posse, San Ignacio, Capioví, Puerto Rico, Corpus, Candelaria, Santa Ana, Gobernador Roca, San José , San Pedro, Campo Grande, Panambí, Campo Viera, Campo Ramón, Cerro Azul, Puerto Iguazú, El Soberbio, San Vicente, Aristóbulo del Valle, Montecarlo, Bernardo de Irigoyen, Leandro N. Alem, Colonia Alberdi, San Javier, Jardín América, y Eldorado.
Desde la Capital del Trabajo resaltan dos donaciones directamente relacionadas con la humanidad de los soldados, como la entrega de mil sobres para cartas y 30 rollos fotográficos. Quizás las pocas y crudas fotos que se conocen de la desigual guerra tienen que ver con esto de las donaciones para los tagarna, tal como muchos jefes de la armada se referían a esos tipos vestidos de soldados de unos 20 años que se enfrentaron a uno de los ejércitos más poderosos del mundo.


Las donaciones, paso a paso
1. Declaración de guerra: el 2 de abril de 1982 flameó la bandera celeste y blanca en el territorio austral ocupado por los ingleses desde 1833. Y el fervor patriótico disparó una sólida demostración de solidaridad. Fue la mayor colecta de la historia argentina.

• 2. Creación del Fondo Patriótico Malvinas: a través del decreto 753 firmado por el presidente de facto Leopoldo Fortunato Galtieri el 15 de abril de 1982 se creó un fondo para recaudar en una cuenta del Banco Nación todas las donaciones que hizo la gente solidariamente a lo largo de tres meses, con el fin de apoyar a las tropas argentinas durante la guerra.
• 3. Misiones adhiere al Fondo Patriótico Malvinas Argentinas: el gobernador de facto de Misiones, general (Re) Juan Bayón (interventor desde el 31 de marzo de 1981 al 11 de diciembre de 1983), sancionó y promulgó con fuerza de ley para “que el Instituto de Previsión Social de la Provincia donara, con destino al Fondo Patriótico Las Malvinas, elementos de bronce, cobre, plomo o ferroso en desuso, chatarra o rezago, de su patrimonio”. Fue el 27 de mayo de 1982, mediante la ley 1533.
• 4. Jornada histórica: “Las 24 horas de Malvinas”, aquella transmisión ininterrumpida de ATC comandada por Jorge “Cacho” Fontana y Lidia “Pinky” Satragno, del 8 al 9 de mayo de 1982.
• 5. Fin de la guerra: las tropas argentinas se rindieron el 14 de junio de 1982, 74 días después del desembarco.
• 6. Decreto de restitución: el 19 de febrero de 1985, el doctor Ricardo Argañaraz, entonces ministro de Gobierno de la Provincia, firmó el decreto 459 en el que disponía un operativo de restitución de las donaciones recaudadas en 1982 desde la Dirección Provincial de Defensa Civil, con motivo de ser destinadas al mencionado Fondo Patriótico.
• 7. Inventario de 2004: A través del expediente 3223, con fecha del 5 de noviembre de 2004 e iniciado por el veterano de guerra Luis Alberto Durán, la Dirección de Bienes Fiscales de Contaduría de la Provincia reconoce un listado de elementos que estaban depositados allí en concepto de donaciones para paliar la guerra.


Para los tagarna que pasaban frío
El tagarna es nada menos que, para los militares, un soldado considerado”tarado”, “garca” (cagador, quizás traidor) y “nabo”, es decir, inútil, distraído, un cadete con pocas aptitudes militares.
Lo cierto es que la situación de desamparo de los soldados fue en definitiva lo que motivó a todos los argentinos a ser tan generosos a la hora de responder con donaciones y toda muestra de apoyo y solidaridad. Y según el detalle de lo donado y registrado, desde Misiones se reunieron 636 pasamontañas y 699 bufandas de lana para protegerlos del impiadoso clima en Islas Malvinas.
Pero de acuerdo también a los oficios con sellos y firmas de las autoridades, esa cantidad de ropa especial para los jóvenes argentinos estaba guardada en un galpón de Defensa Civil.
El número tanto de pasamontañas como de bufandas, que son casi similares, tiene una semejanza más cruel y certera. Es que la guerra de Malvinas dejó un saldo de 654 argentinos muertos.
Entre las donaciones para los tagarna se incluye de todo. Desde un pan dulce a 12 equipos para extracción de sangre, cinco saquitos de té, 500 kilos de carbón de leña y tres paquetes con revistas varias.
La demostración de los misioneros fue tal que al momento de dar lo que fuera por quienes estaban al frente de la guerra, en los documentos figuran como donaciones 50 rosarios bendecidos, un libro religioso cristiano, nueve textos del Nuevo Testamento, 450 libros de los Santos Evangelios, cinco biblias y además un televisor Panorama de 24 pulgadas.

Por Mauro Parrota
posadas@elterritorio.com.ar